El alivio del IVA tendrá un efecto sobre el Índice de Precios al Consumo y el Instituto Nacional de Estadística está ajustando aspectos metodológicos de su relevamiento a partir de encuestas sobre los medios de pago que se usan en los establecimientos que visitan sus encuestadores. “El combate a la inflación no pasa por esa rebaja”, ya que se trata de un fenómeno complejo, acotó ese jerarca hablando con Búsqueda.
Descuento tributario
El IVA representa algo más de la mitad de la recaudación total de tributos administrados por la Dirección General Impositiva. Nació en 1972 con una ley que estableció una tasa básica de 14% y una mínima de 5%, pero sufrió sucesivas modificaciones, casi siempre elevando su carga. La reforma tributaria de 2007 constituyó el último cambio y bajó la alícuota básica de 23% a 22% y la mínima de 14% a 10%.
Una nueva rebaja del IVA en dos puntos porcentuales fue una promesa que hizo el Frente Amplio en la campaña de cara a los comicios de 2009 que se concretará, con algunas variantes, desde mañana y en vísperas de otra instancia electoral.
El alivio impositivo de dos puntos porcentuales (en lugar de 22% se cobra 20%, u 8% en vez de 10% en el caso de corresponder la tasa básica) es exclusivamente para los consumidores finales y tendrá carácter permanente, pero no se aplicará en forma general sino a determinados instrumentos de pago —para desestimular el uso del efectivo—. Sin embargo, en los primeros dos años el descuento será mayor al que había prometido el partido de gobierno como un incentivo adicional. Quien emplee billetes o monedas en sus pagos abonará el IVA como hasta ahora, sin beneficios, salvo que se trate de un rubro exento del tributo.
Se determinó un régimen general del que están exceptuados algunos giros comerciales específicos (aquellos que expenden alimentos y algunos otros) y los contribuyentes asimilados a la pequeña empresa, monotributistas y monotributistas del Mides.
Bajo el régimen general, si el gasto es por menos de 4.000 unidades indexadas —UI— a la inflación (unos $ 11.860 actualmente) el beneficio por pagar con tarjetas de débito será de cuatro puntos desde mañana y hasta el 31 de julio de 2015, de tres puntos en el año siguiente y de dos puntos porcentuales a partir del 31 de julio de 2016. Para pagos con ese instrumento por un monto mayor la rebaja es únicamente de dos puntos.
Para las tarjetas de crédito el beneficio solo alcanza las operaciones por menos de 4.000 UI y es de dos puntos hasta el 31 de julio de 2015 y de uno en el año siguiente. Después de esa fecha no habrá rebaja de IVA para los consumos realizados con esos “plásticos”.
A algunos comercios, sobre todo los más pequeños, no les es posible diferenciar la tasa del IVA que corresponde a cada artículo que expenden. Por ello el Poder Ejecutivo optó por establecer una alícuota ficta hasta el 31 de julio de 2015, mientras estimula con subsidios y rebaja de tributos la incorporación de cajas registradoras que permitan realizar dicha discriminación de tasas. Así, hasta esa fecha las compras por menos de 4.000 UI hechas en ciertos giros comerciales específicos —quioscos, librerías, farmacias, papelerías, provisiones, supermercados, fiambrerías, carnicerías, bares, panaderías, heladerías y fábricas de pastas, entre otros— tendrán un descuento ficto de 3,28% si se pagan con tarjeta de débito y de 1,64% con una de crédito (que equivale a los cuatro o dos puntos descontados sobre la tasa básica de IVA).
Todos estos descuentos se calcularán aplicando los porcentajes al monto total de la operación, incluido el IVA.
Fuentes del MEF dijeron a Búsqueda que es probable que en los primeros dos años, cuando regirán los adicionales a la rebaja permanente de IVA, habrá un costo fiscal que según ellos “no será significativo”. Luego, ya con el descuento únicamente de dos puntos para los pagos mediante débito u otros medios electrónicos, ello se compensará con “más formalización” de la economía.
Para poder beneficiarse del descuento es necesario que el comerciante o quien presta el servicio posea un sistema que permita registrar la transacción electrónicamente. Eso se hace mediante cajas registradoras u equipos conocidos con la sigla POS (del inglés point of sale) que permiten la lectura de las tarjetas de débito o crédito y la transmisión de la información sobre la operación.
La factura deberá ser emitida por el importe total, sin aplicar la rebaja del IVA, si bien el beneficio se aplica automáticamente al consumidor y el comerciante recibe un crédito fiscal por dicho monto. Desde setiembre la documentación de pago deberá incluir el número de comprobante, y a partir de diciembre próximo se exigirá detallar el importe total de la transacción, el monto de la reducción y el importe neto de la rebaja, además de una leyenda en la que se indique que ello se aplica por lo dispuesto en la ley 19.210.
Según datos proporcionados a Búsqueda por el Banco Central (BCU), al término de junio pasado había 32.434 POS instalados en el país, una cifra que creció en los años recientes en parte por subsidios que otorga el Poder Ejecutivo a los comerciantes para que los adquieran o arrienden. El dato incluye los equipos de las empresas Abitab, Geocom, New Age Data, POS 2000, Pranasys, Redpos, Resonance, Scanntech y Sisteco.
Fuentes del gobierno aseguraron que muchos comerciantes no quieren utilizar estos equipos porque transparentan sus negocios. La evasión del IVA cayó en los últimos años —de 39,9% del potencial de ingresos en 2000 a 13,4% en 2012, según la Dirección General Impositiva— en un contexto de crecimiento de la economía y mayor eficiencia recaudatoria.
Además, al cierre de junio había 1.946.330 tarjetas de débito emitidas (que los uruguayos usan más que nada para retirar billetes de los cajeros y en mucho menor medida en su función de compra transfiriendo automáticamente el monto desde su cuenta bancaria) y 2.675.685 de crédito, aunque muchas personas tienen más de uno de estos plásticos. Suman unos 4.622.000, una relación de 1,4 por habitante.
El efectivo predomina como medio de pago en Uruguay. Al término de 2013 había 508.480.683 monedas y 130.625.403 billetes de pesos uruguayos en circulación, una relación por habitante de 156 y 40, respectivamente, según datos del BCU. En un contexto de expansión económica, esa cantidad de papel moneda y metálico circulante fue aumentando en los últimos años.
Ajustes.
Para prepararse para la rebaja del IVA las empresas que proveen los POS fueron reprogramando los equipos en los últimos meses. Lo mismo debieron hacer los supermercados y otros comercios que tienen sistemas electrónicos de cobranza propios.
También realizaron ajustes aquellas empresas que ceden a un tercero el servicio de cobranza por sus servicios. UTE, OSE y Antel, por ejemplo, deberán proporcionar información detallada a la red de pagos del monto que esté gravado con IVA para aplicar el alivio.
En los bancos se están reforzando los centros de atención, así como los departamentos informáticos para ponerse a tono con la ley, que irá desencadenando otras transformaciones en las formas de pago. Estos descuentos diferenciales supondrán un mayor volumen de trabajo.
Se estima que se irán U$S 25.000 al mes en gasto de hojas para la impresión de estados de cuentas, que deberán diferenciar para cada transacción qué descuento correspondió dependiendo de qué tipo de tarjeta se utilizó, dijeron a Búsqueda fuentes bancarias.
“Por ahora vemos un nivel de consultas bajo, pero prevemos que aumentará una vez que estén vigentes los cambios”, señaló en tanto Carlos Ham, subgerente de Itaú. “El banco se está preparando reforzando el call center y capacitando al personal de agencias. En este momento tenemos todos los recursos de desarrollo trabajando en las modificaciones para poder llegar a tiempo a la implementación”, agregó.
“Como banco ya hicimos una estrategia para fomentar el uso del débito con una oferta diferencial para ese tipo de compras. Adicionar un 5% más a la tarjeta de débito para nosotros es una inversión, porque pretendemos que el cliente valore la propuesta y tenga una buena experiencia de compra. Como principal banco privado tambien tenemos el rol de culturizar y hacer mercado”, comentó Esteban Gherardi, gerente del área comercial de Santander.
Las entidades bancarias consultadas señalaron que actualmente el uso de tarjeta de crédito predomina sobre la de débito, que, si bien ha tenido crecimientos importantes (70% respecto a un año atrás en algunos casos), sigue representando apenas entre 10% y 20% del total de las transacciones con estos instrumentos.
El IVA global
Con distintas denominaciones, la mayoría de los países cobran un impuesto al consumo con una tasa básica —la más extendida—, y muchos también aplican una o varias alícuotas reducidas para determinados artículos o servicios. El impuesto tiene en general carácter nacional, pero en otros, como en Estados Unidos, es fijado con libertad por los estados o incluso las localidades.
Holanda fue de los primeros países en introducir el IVA —el 1º de enero de 1969—, hoy a una tasa de 21%. En la misma fecha lo hizo Suecia (actualmente en 25%).
Noruega cobra el impuesto desde 1970, hoy con una alícuota básica de 25%.
En Canadá se aplica una tasa general de IVA que difiere por regiones; el máximo es de 15% en Nueva Escocia. También en la India la administración del tributo es estadual y la alícuota básica oscila entre 12,5% y 15%.
China cobra una tasa básica de 17% y otras reducidas de 3%, 4%, 6% y 13% para ciertos bienes o servicios.
El IVA en República Dominicana es de 18%, pero está resuelta una baja de dos puntos en esa tasa básica desde 2016.
Los 28 miembros de la Unión Europea aplican una alícuota básica que no puede ser menor a 15%.
En Japón la tasa general se fijó en 8% desde abril pasado y subirá a 10% en octubre de 2015.
El impuesto en Estados Unidos tiene carácter estadual o incluso local (con más de 7.000 jurisdicciones), y solamente en Alaska, Delawere, Montana, New Hampshire y Oregon no se cobra. La tasa oscila entre el 2,9% de Colorado y el máximo de 7% aplicado en otros siete estados.
