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Gracias a la enorme respuesta del campo natural a las lluvias, las empresas ganaderas comenzaron un proceso de reversión de los daños que les ocasionó la sequía. La mayor producción de pasto les permitió aumentar su producción de carne por hectárea en el ejercicio que cerrará este 30 de junio. “Aún no sabemos cuántos kilos se produjeron, pero seguramente habrá entre 10% y 20% más”, adelantó a Agro de Búsqueda el director general del Instituto Plan Agropecuario, Carlos Molina, quien junto a su equipo trabaja en el cierre de las Carpetas Verdes.
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“Salir del año Niña y entrar en un evento Niño generó una producción de pasto que, en algunos lugares y momentos, superó los máximos históricos de registros de crecimiento del campo natural desde el año 2001. Y con esa mayor producción de pasto es esperable más kilos de carne producidos” dijo.
Molina señaló que los precios de las haciendas “no acompañaron”. Indicó que el ganado a faena bajó alrededor del 15% frente al ejercicio anterior, lo que impactará en el resultado de las empresas.
Recordó que en julio, agosto y setiembre el precio del novillo gordo se ubicó 30% por debajo del mismo período del año anterior. Y que en este semestre la diferencia se moderó, ubicándose entre 10% y 15% por debajo de igual período del año pasado.
Por otra parte, analizó que el precio de la reposición ajustó 2,5% en promedio. “Los terneros más livianos cotizaron entre 10% y 15% más que el año pasado”, destacó. Esto se debió a la demanda de la exportación de ganado en pie y a una menor oferta, por la menor parición en primavera, “luego de tres años Niña consecutivos”, observó. Además, “muchos productores decidieron quedarse con más terneras para recomponer el stock”, explicó Molina.
Dólar
La cotización del dólar siguió jugando en contra de las empresas ganaderas. Molina comentó que en este ejercicio el dólar cotizó en promedio a $ 37,55 y el año pasado promedió $ 38,45; se devaluó casi 3% respecto al peso uruguayo.
“Hay una inflación controlada dentro de la zona que el gobierno se marcó como meta, que en el ejercicio fue cercana al 4%, y el dólar perdió casi 3%. Solamente por ese efecto, suponiendo que los costos en pesos de los productores se ajustan por inflación, tenemos un incremento de entre 7% y 8%”, señaló.
Explicó que esa combinación de inflación en suba y dólar en baja provoca un crecimiento de los costos en pesos, que afecta a la mitad de la canasta de costos de las empresas ganaderas. Sin embargo, destacó que este año no tuvieron los altos costos que genera una sequía, que el año pasado significaron un aumento de 20%.
Por lo tanto, en este ejercicio es esperable que los costos de producción por hectárea “se mantengan o bajen”. Considerando además el aumento de la productividad, es esperable que baje el costo por kilo producido.
Costo de vida
Al analizarlo en kilos de producto, el costo de vida en este ejercicio fue mayor al anterior. Molina indicó que se necesita 30% más en kilos de novillo o 15% más en kilos de terneros para igualar al ejercicio anterior. Tomando como referencia la canasta de Búsqueda, indicó que en los años 90 se precisaban 100 kilos de novillo y hoy más de 300 kilos; mientras que en terneros eran 200 kilos y en la actualidad se requieren 450 kilos de esa categoría.
Proyección
El director general del Instituto Plan Agropecuario consideró que “es muy prematuro” para proyectar el resultado de las Carpetas Verdes, pero consideró que debería ser “mejor” al del año pasado, sobre todo por el incremento en los kilos producidos. Aunque recordó que bajaron los precios de las haciendas, lo que puede hacer que se “termine empatado”.
