Desde la Unidad de Asuntos Internacionales del MGAP, donde estoy a cargo, participamos activamente en todos los procesos de apertura, mantenimiento y operativización de los mercados, de los acuerdos y de las negociaciones comerciales.
Considerando que cada producto que se habilita para exportar a un país constituye un nuevo mercado, en este período se abrieron más de 110 mercados y tenemos 80 en trámite, en diferentes etapas de avance. Esto implica que, en promedio, abrimos entre 20 y 22 mercados por año, a un ritmo de uno o dos por mes.
¿Abrir un mercado significa el ingreso de un producto específico a un país?
Sí. Cuando decimos mondongo a China, por ejemplo, eso es una apertura de mercado.
¿Cuáles destacaría?
A algunos los consideramos como hitos, no solo por la importancia económica que tuvieron, sino por lo que implicaron. Por ejemplo: lácteos a El Salvador, que significó la apertura del mercado centroamericano de lácteos, que consume muchísimo. Ellos, además, dejaron de lado el reglamento andino, que no permite la importación de productos de países libres de fiebre aftosa con vacunación.
La carne con hueso a Israel, más allá de lo que representa económicamente, es lo que representa el reconocimiento a nuestro sistema sanitario.
El mondongo a China. Fuimos el primer país habilitado para exportar ese producto. Es un mercado que representa unos US$ 40 millones, según una evaluación del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Hemos hecho un trabajo importante, muy focalizado en el sudeste asiático, realizando misiones, cuestionarios, recibiendo auditorías. En eso avanzamos mucho con Malasia, Indonesia, Filipinas. Considerando que es una región que tiene más de 600 millones de habitantes y aranceles que van del 1% al 10%. Esa fue una zona priorizada para trabajar.
¿Cómo se está avanzando en el sudeste asiático?
En el sudeste asiático tenemos distintos avances. Indonesia viene muy avanzado, Malasia y Filipinas prácticamente están finalizados los pasos. Malasia ya hizo las auditorías, ya tenemos la habilitación y falta dejar operativo el mercado para la exportación. De Filipinas también ya tuvimos la auditoría y estamos esperando la respuesta del reporte que hacen las autoridades sanitarias.
Con Indonesia estamos muy avanzados, no solo con la carne sino también con los lácteos. Vietnam y Tailandia han sido un poco más complejos, porque es difícil lograr que las autoridades sanitarias de los países de destino respondan. Dicen que tienen muchas demandas, avanzar ha sido un poco más complejo, pero no se han bajado los brazos y seguimos peleando por esos destinos.
¿Para algunos de estos países se requiere rito halal?
Sí, en el caso de Malasia se hizo un trabajo a través del Centro Islámico Uruguayo, apoyado por INAC y fue reconocido para certificación halal en ese mercado. E Indonesia el otro día también nos confirmó el reconocimiento del Centro Islámico Uruguayo para esa certificación.
¿Qué falta para que se concrete la apertura de Malasia?
Falta definir cómo se va a hacer el rito halal, pero ese es un tema religioso, en el que el MGAP no interviene, porque no es un tema sanitario.
¿Las aperturas de los mercados del sudeste asiático quedan avanzados para que se concreten en el próximo gobierno?
Sí. Hicimos mucho foco en esos mercados. Además de seguir trabajando con China, entre otros procesos que estaban. Hubo misiones a esos países, acompañé al ministro (Fernando Mattos) a alguna de ellas. Se hicieron auditorías, y esperamos que pronto queden todos esos mercados habilitados.
¿Tiene expectativas de que se concrete la apertura de Filipinas antes del 1° de marzo?
Ojalá Filipinas responda, nos falta su aprobación. Esto lleva un proceso, seguramente quedará habilitado el próximo año, porque además de toda la documentación –que ya está revisada y evaluada– requiere de los informes de las auditorías in situ, y después todo un proceso, que a veces es lento. Ojalá podamos tenerlo antes de que termine este período de gobierno, sino será en el próximo.
¿Qué acuerdos comerciales pueden ser promisorios para los productos uruguayos?
Todos los acuerdos comerciales que puedan facilitar el acceso de los productos pesqueros y agropecuarios a los distintos países los vemos con muy buenos ojos. Eso siempre implica que se amplíen mercados, que se reduzcan aranceles, y por eso siempre los vemos como una buena oportunidad.
¿Hubo algún avance para el ingreso de Uruguay al Acuerdo Transpacífico (CPTPP)?
En ese tema está trabajando Cancillería. En todas las negociaciones que participamos, ya sea a nivel regional o multilateral, siempre nos enfocamos en las áreas de medidas sanitarias y fitosanitarias. En estos temas se hicieron estudios de factibilidad con China, pero solo llegamos hasta ahí.
¿Se puede seguir afianzando la relación comercial con China?
Sí, con China siempre tenemos trabajosen proceso. Fueron muchos los logros en este período de gobierno, se habilitaron muchos productos, se firmaron protocolos, sin embargo siempre tenemos temas pendientes.
Tenemos trámites para la habilitación de productos que están a casi nada de finalizar, faltan pequeños pasos como la aprobación de un certificado sanitario; y otros procesos que están en un intermedio de avance.
¿Qué productos son los que se están por habilitar?
Tenemos, por ejemplo, un protocolo por finalizar para productos termoprocesados; y el análisis de los protocolos para la apertura de colza y trigo. En esos casos ya cerramos el proceso de protocolo de harina de colza y soja, falta solo la firma, es una pena que no se pueda firmar antes de finalizar este período de gobierno.
En el caso de los termoprocesados y de las tripas ya hay protocolos propuestos. Estamos en una etapa intermedia, falta que China nos haga una devolución de la propuesta que Uruguay mandó. Creo que en el primer año del próximo gobierno eso se puede finalizar si se sigue trabajando al mismo ritmo al que venimos trabajando.
¿En qué está la apertura de mercados para el sector avícola?
Este año se abrieron algunos mercados, que no son de tan alta exigencia, como Macao, Líbano, Kuwait, entre otros. Y esta semana se está desarrollando una auditoría por parte de Hong Kong, que es un mercado muy exigente, y creemos que será una ventana de oportunidad para luego ingresar a otros mercados más exigentes en los que estamos trabajando, como China y Singapur.
¿Cuál es el arancel de Hong Kong?
No tiene aranceles altos, por eso hay mucho interés en ese mercado.
¿Cómo evalúa el avance del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?
A título personal, veo que los productos agropecuarios tendrán una desgravación interesante con el tiempo. Obviamente que muchos países de la Unión Europea darán pelea. Falta que cada Parlamento lo apruebe, la ratificación, con las mayorías necesarias, así que tendremos que ver qué ocurre.
Todo acuerdo lo vemos positivo, pero hay que considerar que falta una etapa, que es incierta, porque Francia está bastante en contra y que buscará proteger a sus productores.
¿Cómo se viene trabajando para atender las demandas de la Unión Europea cuando entre en vigor la ley de no deforestación para productos importados?
En el MGAP venimos trabajando internamente, con distintas unidades ejecutoras y asesoras, para tener una declaración de no deforestación. Con el apoyo de INAC se presentó en la feria Sial (en, París), y recientemente la presentamos ante la Comisión del Parlamento Europeo, vía Zoom.
Explicamos cómo lo estamos trabajando, cómo lo hemos instrumentado y los resultados que hemos obtenido. En base a todos los bienes públicos que tenemos hicimos un certificado donde un productor puede declarar que el predio donde produce no deforesta.
Nos permitieron hacer esta presentación, y también a Argentina, y luego nos pidieron mayor información para hacer un análisis.
¿Es consistente esto que propone Uruguay?
Sí, totalmente. Si bien todavía falta la clasificación, creemos que vamos a poder quedar en riesgo bajo. Se anuló la clasificación de riesgo nulo, que fue una propuesta que hizo el Parlamento, pero la tripartita no lo aprobó, solo aprobó la prórroga.
Pero por lo que nos han dicho, entiendo que estamos en perfectas condiciones para poder demostrar que no deforestamos. Además, creo que ningún país cumple con la trazabilidad individual total que tenemos, ni sus leyes forestales y de uso y manejo de suelos datan de tantos años, como las de Uruguay.
¿Cómo es la categorización de la Unión Europea para los países?
Son tres: riesgo alto, medio y bajo. En el último tramo, cuando se propuso la prórroga, el Parlamento propuso una nueva categoría, que era la de riesgo nulo, pero cuando la tripartita la votó no la aprobó.
¿Este buen posicionamiento de Uruguay lo puede favorecer para acceder a mejores aranceles, por ejemplo?
Siempre planteamos que esta medida de la Unión Europea es unilateral y bastante injusta, donde no hay un premio. Europa sostiene que el premio es que te compran tus productos si no deforestas. Entiendo que Uruguay es un país que viene haciendo muy bien los deberes, cumpliendo con lo que se compromete.
Europa será un mercado que va a permanecer abierto para nosotros. En productos agropecuarios están en el cuarto lugar. Por lo tanto, si bien no nos van a premiar, sí nos permitirá mantener ese mercado abierto y operativo.
¿Son cada vez mayores las exigencias de los protocolos sanitarios en los distintos mercados?
Sí. Cumplimos con los requisitos de destino. Cada destino tiene sus propios requisitos, cada país de ingreso, y en el mundo se han modificado los temas sanitarios, las enfermedades que aparecen. Y todo eso nos ha llevado a tener una constante modificación de lo que venimos haciendo, peleando por la renovación de las habilitaciones, adaptándonos a lo que piden los países de destino.
Por eso, no es que solo se accede a los mercados y el trabajo se terminó, sino que tenemos el mantenimiento de esos mercados, la renovación. Todo eso implica mucho trabajo.
¿Qué auditorías se esperan próximamente?
Tenemos las auditorías de Hong Kong para la carne aviar y de Israel para la aprobación y futura habilitación del ganado en pie, de razas carniceras, para engorde. Israel nos habilitó recientemente la carne con hueso, que fue muy importante para Uruguay.
Si bien Israel está viviendo momentos complejos, por la guerra, el consumo de carne no ha disminuido. Ellos prefieren carne fresca más que congelada, y por eso tienen interés por ganado en pie.
Los destinos que los proveían, tanto Australia como Portugal, han tenido distintos inconvenientes. Portugal ha tenido rebrotes de enfermedades, como el mosquito hemorrágico y lengua azul; y Australia por los problemas logísticos, ha tenido que cambiar su ruta, que no se puede realizar a través del mar Rojo y lo están haciendo a través de África, lo que dificulta la operativa.
Además, Israel confía mucho en nuestro sistema, en la calidad de nuestros productos, y creo que el resultado será positivo.
¿Se puede esperar alguna novedad para el rubro ovino en materia de mercados?
Cuando pedimos la habilitación de un mercado cárnico, en general es para carne ovina y bovina. Recientemente nos habilitaron algunos destinos pura y exclusivamente para ovinos, como Marruecos. Estamos finalizando el trámite del certificado sanitario, ya nos respondieron que está encaminado, así que en breve creo que estaremos anunciando la habilitación de Marruecos para la carne ovina con hueso.