El arquero de Wanderers, Mauro Silveira, acumuló la temporada pasada 3.240 minutos en 36 encuentros y fue premiado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) como el jugador con mayor tiempo de juego en el fútbol uruguayo. Por encima de él se ubicaron Gabriel Báez (Nacional, 3.877 minutos en 46 partidos) y Sebastián Rodríguez (Peñarol, 3.746 minutos en 43 partidos), con la diferencia de que estos últimos jugaron, además de la liga local, torneos internacionales.
Los números de los tres, sin embargo, están muy lejos de los que se registran en Europa. En la temporada 2023-2024 fue Virgin van Dijk, zaguero neerlandés del Liverpool de Inglaterra, el futbolista con más minutos en ese continente: 6.293 en 74 convocatorias. La cifra no es excepcional sino bastante común en futbolistas de élite como Van Dijk que suelen competir en al menos tres torneos con sus clubes hasta etapas definitorias y además representan a su seleccionado nacional. Son números que preocupan a Fifpro, el gremio mundial de los futbolistas profesionales, que en los últimos años alerta sobre un calendario cada vez más congestionado que coarta el descanso de los jugadores.
Actualmente hay 16 equipos en Primera División y 14 en Segunda División, las dos categorías profesionales del fútbol uruguayo. En los principales torneos europeos son al menos 20 los clubes en cada división, por lo cual de antemano cada institución se asegura ocho partidos más al año. Pero además países como España, Inglaterra e Italia cuentan, por fuera de sus ligas, con torneos que atraviesan distintas categorías y están arraigados en su historia deportiva: la Copa del Rey (1903), la FA Cup (1871) y la Coppa Italia (1922) son campeonatos tradicionales cuyos calendarios se fijan previo al inicio de la temporada y suponen un incentivo no solo económico sino especialmente de prestigio para los equipos que los disputan.
Uruguay ha tratado de imitar esos modelos con distintos torneos bajo distintas denominaciones organizados por diferentes directivas de la AUF. Ninguno funcionó y tampoco parece funcionar el último intento a cargo de la gestión liderada por Ignacio Alonso. Se trata de la Copa AUF Uruguay, lanzada en 2022 para enfrentar a instituciones de todas las divisionales del fútbol uruguayo, incluso amateurs provenientes de la Organización del Fútbol del Interior (OFI). “Para nuestra sociedad, larga e históricamente vinculada con y por el fútbol, era necesario un evento de esta naturaleza donde clubes —en muchos casos de ellos centenarios— tendrán por primera vez la oportunidad de disputar de igual a igual en un certamen de absolutas garantías deportivas, la posibilidad de consagrarse como el mejor del país, transitando la competición de norte a sur, y de este a oeste, por todo el territorio nacional, representado por clubes de la mayoría de los departamentos”, destacó la AUF en el anuncio de 2022.
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Creada en 2022, la Copa AUF ya es cuestionada por muchos de sus participantes
Asociación Uruguaya de Fútbol
La iniciativa no cuajó, entre otras razones, por fallas en la organización, problemas de calendario, falta de promoción, desinterés del público y prioridades de los clubes profesionales de Primera División puestas en la liga local o en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, los dos torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Defensor Sporting ganó la primera Copa AUF Uruguay y repitió en 2023, una edición particular e irónica porque disputó en el primer semestre de 2024 los partidos de octavos de final, cuartos de final, las semifinales y la final.
La dificultad para encontrar agenda para los partidos de la Copa AUF Uruguay se vio profundizada por un fútbol uruguayo que lidera los registros mundiales en cantidad de fechas suspendidas de su liga local, lo que obliga a postergar y reprogramar partidos. De esa manera el problema de la Copa AUF Uruguay 2023 se trasladó al 2024: como la edición del año pasado finalizó en mayo de este año, el inicio de la edición de este año estuvo en duda hasta que la AUF propuso comenzar el 10 de agosto. La desorganización derivó en que varias instituciones resolvieran no jugar el campeonato y fueran eliminadas por walkover de sus partidos de dieciseisavos de final.
“Reafirmamos nuestra posición de no aceptar la imposición de un nuevo torneo que ha sido presentado sin la debida consulta a los clubes profesionales de Uruguay. Exigimos una AUF transparente en la que no se nos impida la participación en la toma de decisiones. Asimismo, hacemos un llamado a que se respeten de manera absoluta los reglamentos y estatutos del fútbol uruguayo”, sostuvo un comunicado firmado, entre otros, por Cerro, Cerro Largo, Danubio, Montevideo Wanderers, Peñarol y Progreso.
Estas instituciones, junto con otras, conforman la Unión de Clubes, una estructura crítica de Alonso que cuestiona la quita de poder de gestión y de decisión que los clubes profesionales sufren desde 2019 con su llegada a la presidencia de la AUF. Sobre la Copa AUF Uruguay, entienden que su organización depende del Consejo de Liga de Primera División Profesional y no del Consejo Ejecutivo encabezado por Alonso.
Las diferencias entre Europa y el fútbol uruguayo
De acuerdo al informe de Fifpro, el top tres de futbolistas europeos con más minutos disputados la temporada pasada lo lidera Van Dijk seguido de los ingleses Phil Foden (6.170) y Kyle Walker (5.916), ambos pertenecientes al Manchester City de Inglaterra. En cuanto a cantidad de partidos convocados, al frente está el argentino Julián Alvárez (83) —también del Manchester City— por delante de Foden (77) y del colombiano Luis Díaz (77) del Liverpool inglés.
Por más que un futbolista sea convocado a un partido y luego no lo juegue, el reporte lo toma en cuenta como deterioro físico, pues “refleja una participación plena en los preparativos y viajes del equipo y, por lo tanto, proporciona una perspectiva más precisa sobre las demandas de carga de trabajo integral de los jugadores”. En esa lista entra en la décima posición el delantero uruguayo Darwin Núñez (73 partidos con el Liverpool). Si el registro se ciñe a encuentros efectivamente disputados, los datos no varían mucho: Álvarez es el primero con 76 presencias y lo siguen Foden, Díaz y Núñez con 72. Otro uruguayo, Federico Valverde (Real Madrid, España), es sexto con 71. Todos los partidos incluyen las participaciones en las selecciones nacionales.
El estudio de Fifpro menciona especialmente a Valverde al centrar una proyección que señala que esta temporada jugará 79 partidos y en la 2025-2026 alcanzará 82. “El fixture es muy difícil… Hay momentos en que es demasiado para nuestros cuerpos”, dice Valverde en una cita que se recoge en el documento. Según R. Vincent Gouttebarge —director médico de Fifpro— y Steve den Hollander —científico de datos y deporte de la Universidad de Ciudad del Cabo—, el límite de partidos anuales para evitar alcanzar una sobrecarga son 55. Pasada esa cifra “se ponen en peligro el bienestar, el rendimiento y las perspectivas profesionales” de los jugadores.
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Virgil van Dijk, uno de los mejores defensores del mundo, fue el futbolista con más minutos disputados la temporada pasada en Europa
Liverpool FC
El informe revela que el 54% de los 1.500 jugadores analizados se enfrentaron la temporada pasada a una carga de trabajo excesiva o elevada y que un número significativo superó los límites recomendados por los expertos médicos. “En concreto casi un tercio (31%) de los futbolistas fueron incluidos en convocatorias de 55 o más partidos, mientras que uno de cada seis (17%) disputó más de 55 encuentros. Casi un tercio (30%) soportaron secuencias de al menos seis semanas consecutivas de partidos seguidos (dos partidos o más por semana)”, afirma el estudio de Fifpro, que recomienda al menos cinco días de descanso y recuperación entre dos apariciones para minimizar el riesgo de lesiones y permitir una recuperación completa.
Uno de los casos referenciados es el del defensor argentino Cristian Romero, del Tottenham Hotspur de Inglaterra, quien recorrió más de 162.000 kilómetros solo en desplazamientos profesionales durante la temporada, incluidos viajes a través de múltiples husos horarios, “lo que pone de relieve las exigencias de las competiciones internacionales que a menudo los organizadores pasan por alto”.
“Hacemos un llamamiento a los órganos rectores del fútbol para que intervengan urgentemente y establezcan reglamentos y procedimientos colectivos que protejan el bienestar de los jugadores. El bienestar físico y mental de los futbolistas debe ser una prioridad si queremos mantener la integridad del juego. La canibalización del calendario de competiciones está llevando a los jugadores más allá de sus límites y está invadiendo sus vidas privadas. Necesitamos salvaguardias para que los futbolistas limiten sus desplazamientos, garanticen períodos de descanso y les proporcionen una recuperación adecuada para que puedan alcanzar su máximo rendimiento”, sostuvo el secretario general de Fifpro, Stéphane Burchkalter.
Pese a los cuestionamientos, la FIFA y otras asociaciones como la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) han mantenido su idea de completar un calendario anual de competiciones apalancadas en los ratings de la televisión, los patrocinantes, los contratos de transmisión y los premios económicos a los participantes. El Mundial de Clubes de la FIFA, previsto para 2025, es el último torneo en sumarse a este fixture, aun con las quejas de Fifpro, futbolistas, entrenadores y clubes respecto a su organización.
Como contrapartida ante la falta de respuestas, Fifpro encargó una investigación independiente a investigadores de la Universidad belga KU Leuven para que “examinen críticamente” si la FIFA aplica en la industria del fútbol las reglas y normas de internacionales de seguridad y salud en el trabajo: “Algunos jugadores están viendo cómo su tiempo libre se reduce a tan solo el 12% del año natural, el equivalente a menos de un día completo de descanso a la semana, contraviniendo las normas en medio de una falta de aprecio por su bienestar por parte de los organizadores de las competiciones y una ausencia de planificación coordinada del calendario”.
Por lo pronto, ayer miércoles la FIFA anunció una campaña junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar acerca de las conmociones cerebrales en el fútbol. La iniciativa busca concientizar sobre el hecho de que las conmociones cerebrales son traumatismos craneoencefálicos y constituyen un riesgo y ofrece orientación sobre cómo reincorporarse de forma segura a la actividad deportiva después de que se produzca una o se sospeche que se haya producido.
