Su designación como futuro ministro fue confirmada el lunes 16. “Estamos en una etapa en que todavía no somos gobierno, entonces no hay nada muy claro. Ahora, yo tengo muy claro cuál es la situación, y hoy el Banco Central la ha reconocido: que tiene un atraso cambiario. Lo que falta es (saber) cómo se va a trabajar ese tema y cuál va a ser la política, sobre todo del Ministerio de Economía, a través del Banco Central. En el pasado, en los gobiernos del Frente Amplio había alguna intervención que permitía que no hubiese sobresaltos” con el precio del dólar, manifestó.
“Honestamente, de esa parte yo no puedo responder, porque vamos a ver cómo camina esto a partir del 1º de marzo, cuál es la línea. Ahora estamos en una etapa de transición y tenemos que ver claramente en dónde estamos parados, porque también los manejos económicos dependen mucho de cómo esté el país realmente”, insistió.
Con esos valores “todavía sigue habiendo atraso cambiario”, reflexionó Fratti. “Es menor que el que había hace unos meses, que estaba a 40. Pero habrá que ver. No te puedo decir. Yo lo que creo es que para Uruguay, que es un país de corte netamente exportador, estas cuestiones tienen que darle mucho más importancia que otros países que se arreglan muchas veces con el consumo interno; no es nuestro caso”.
Según un índice de tipo de cambio real agropecuario incluido en el Anuario 2024 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería, publicado el viernes 13, la “competitividad precio del sector agropecuario” mejoró 9% el año pasado frente al anterior, pero después de una caída de 10% en 2022. El aumento más significativo en 2023 se dio con Argentina (18%).
Mientras, Guillermo Tolosa, designado futuro presidente del BCU, dijo en rueda de prensa el martes 17 que se prevé continuar con el actual régimen de objetivos de inflación con las tasas de interés como instrumento, aunque con la intención de seguirlo “perfeccionando”.
Copom.
Teniendo sobre la mesa el dato de un dólar que está cotizando por encima de los $ 44 —y en Brasil avanzó hasta los 6,20 reales esta semana—, de la actividad económica a setiembre y sobre el mercado laboral, el BCU considerará el próximo lunes 23 eventuales ajustes a la política monetaria.
Analistas y agentes del mercado consultados por Búsqueda de cara la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) y la posterior sesión de Directorio del BCU, estiman que la autoridad monetaria mantendrá la tasa en 8,5%.
El director de Finanzas de Santander, Gonzalo Bava, afirmó que el panorama inflacionario “ahora luce más complejo a la luz de desarrollos internos y externos”.
Marcelo Sibille, de KPMG, dijo que “40 días atrás hubiera estado de acuerdo si el BCU bajaba la tasa, pero el fuerte aumento del tipo de cambio modifica el panorama y el mayor riesgo de que se pueda producir una aceleración de precios por la vía de los bienes transables no deja espacio para la baja” de la tasa de política monetaria.Agregó que el desafío será mantener la inflación en el rango (de 3%-6%) en 2025. Según Sibille, influirán factores externos, como el “desplome del real en Brasil, pero también la apreciación que comenzó a verificar el dólar a nivel global desde el triunfo” de Donald Trump en Estados Unidos. En ese marco, dijo, será importante que el próximo gobierno de “señales claras de compromiso en el mantenimiento de la inflación en la meta”.
“La reciente depreciación del peso exige cautela adicional en las decisiones futuras” del BCU, señalaron desde Itaú.
Mathías Consolandich, de Exante, opinó que el futuro gobierno deberá tener “una política monetaria algo más contractiva para gestionar un desafío mayor en el frente inflacionario y ganar credibilidad (...). El proceso de subas de tasas podría incluso comenzar en los últimos Copom del final de esta administración”.
El dólar en el mercado mayorista o “interbancario” se negoció esta semana a precios con algunos movimientos hacia arriba y hacia abajo, siempre por encima de los $ 44 (un umbral que alcanzó el miércoles 10). Ayer, miércoles 18, las compraventas se hicieron a $ 44,500, informó el BCU.
Con esos valores “todavía sigue habiendo atraso cambiario”, reflexionó Fratti. “Es menor que el que había hace unos meses, que estaba a 40. Pero habrá que ver. No te puedo decir. Yo lo que creo es que para Uruguay, que es un país de corte netamente exportador, estas cuestiones tienen que darle mucho más importancia que otros países que se arreglan muchas veces con el consumo interno; no es nuestro caso”.
Según un índice de tipo de cambio real agropecuario incluido en el Anuario 2024 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería, publicado el viernes 13, la “competitividad precio del sector agropecuario” mejoró 9% el año pasado frente al anterior, pero después de una caída de 10% en 2022. El aumento más significativo en 2023 se dio con Argentina (18%).
Mientras, Guillermo Tolosa, designado futuro presidente del BCU, dijo en rueda de prensa el martes 17 que se prevé continuar con el actual régimen de objetivos de inflación con las tasas de interés como instrumento, aunque con la intención de seguirlo “perfeccionando”.
Teniendo sobre la mesa el dato de un dólar que está cotizando por encima de los $ 44 —y en Brasil avanzó hasta los 6,20 reales esta semana—, de la actividad económica en el tercer trimestre y sobre el mercado laboral, el BCU considerará el próximo lunes 23 eventuales ajustes a la política monetaria.
De cara la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) y la posterior sesión de Directorio del BCU, el director de Finanzas de Santander, Gonzalo Bava, dijo a Búsqueda que es esperable que se mantenga la tasa de interés debido a que el panorama inflacionario “ahora luce más complejo a la luz de desarrollos internos y externos”. De mantenerse el costo del dinero en su nivel actual (8,5%), la inflación cerrará el año entre 5,1% y 5,4%, según la inflación mensual sea nula o levemente positiva en diciembre, estimó.
Para 2025 proyecta un “sesgo al alza” de la inflación, que terminaría el año próximo en entre 5,7% y 6%. Por el “contexto externo de dólar más fortalecido a nivel mundial y efectos de segunda vuelta sobre precios internos de los (bienes) transables, será clave ver los lineamientos del próximo equipo económico para las rondas de salarios del año que viene”, señaló el ejecutivo.
El gerente senior del área de asesoramiento económico y financiero de la consultora KPMG, Marcelo Sibille, dijo que “40 días atrás hubiera estado de acuerdo si el BCU bajaba la tasa, pero el fuerte aumento del tipo de cambio modifica el panorama y el mayor riesgo de que se pueda producir una aceleración de precios por la vía de los bienes transables no deja espacio para la baja” de la tasa de política monetaria.
Dijo a Búsqueda que el desafío será mantener la inflación dentro de la meta (de 3%-6%) el próximo año. Según Sibille, influirán factores externos, como el “desplome del real en Brasil, pero también la apreciación que comenzó a verificar el dólar a nivel global desde el triunfo de (Donald) Trump en los Estados Unidos”. En ese marco, dijo, será importante que el próximo gobierno “muestre señales claras de compromiso en el mantenimiento de la inflación dentro de la meta, para no desalinear las expectativas, que este año perforaron el techo de 6% y deberían permanecer en ese rango para mayor robustez en la estabilidad de precios”.
“La reciente depreciación del peso exige cautela adicional en las decisiones futuras” del BCU, señalaron desde Itaú. Ese banco también espera que la tasa sea mantenida el próximo lunes y proyecta que la inflación terminará el año en 5%.
Mathías Consolandich, de Exante, opinó que el futuro gobierno deberá tener “una política monetaria algo más contractiva para gestionar un desafío mayor en el frente inflacionario y ganar credibilidad (...). El proceso de subas de tasas podría incluso comenzar en los últimos Copom del final de esta administración”.