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Carlos Negro: es necesario elegir fiscales de drogas con “un sistema de creencias más tolerante y liberal”
Los temas de “drogas y de delitos sexuales deben ser” los que despiertan más “prejuicios”, y su abordaje en la justicia dependen "mucho" de la "formación" y la "ideología" de los operadores del sistema, dijo el futuro ministro del Interior
Carlos Negro durante la presentación del nuevo gabinete de gobierno
El futuro ministro del Interior, Carlos Negro, considera que quienes trabajan en las fiscalías especializadas en combate a las drogas deben tener “un sistema de valores” y “un sistema de creencias más tolerante y liberal” que el resto. Esto impactaría, según dijo, en cómo se aplican las normas, en especial la que refiere a la regulación del mercado de marihuana.
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Negro tomó la palabra al final de un panel de la ExpoCannabis 2024, el 7 de diciembre, en el que se discutió sobre los impactos en el plano judicial de la ley que reguló el mercado de marihuana. Aunque en ese momento era fiscal de Homicidios de 1er turno, su nombre circulaba de manera informal como candidato a ministro del Interior del próximo gobierno.
El nuevo ministro había escuchado con atención las intervenciones en el panel, al que concurrió como oyente y no como expositor. En ellas, Beatriz Larrieu, ministra del Tribunal de Apelaciones de 1er turno, Rodrigo Morosoli, fiscal especializado en estupefacientes de 3er turno, la defensora pública Yamila Cabrera y el abogado Martín Fernández expresaron cierto consenso en cuanto a cómo aplicar la ley.
La norma estableció, entre otras cosas, mecanismos legales para obtener marihuana. Fijó que las personas pueden tener hasta 40 gramos de marihuana en su poder o hasta 480 gramos acumulados en su hogar. Si alguien es detenido con una cantidad superior, queda a criterio del juez definir si se está ante una situación que merezca reproche penal.
Fernández valoró que el sistema parece “haber llegado a un casi consenso interpretativo de que la ley cambió la mirada desde las cantidades hacia el destino” que tendría esa droga. Es decir, evaluar si la marihuana tenía un destino ilícito, como puede ser la venta, pare resolver si violó la ley.
Larrieu opinó que “es mayoritaria la posición” de que hay que tener en cuenta el “destino” y no tanto si supera o no el límite legal. Reconoció, sin embargo, que todavía en el Poder Judicial existen “posiciones estrictas en cuanto a lo que establece la ley” respecto de las cantidades.
Si bien Morosoli y Cabrera estuvieron de acuerdo con que ha crecido la lectura que reivindicaban los otros panelistas, la defensora de oficio advirtió que en el interior muchos operadores judiciales y, sobre todo, la policía, tienen una mirada más conservadora.
Ese consenso reflejado en las intervenciones de los cuatro conferencistas, según el entonces fiscal de Homicidios y futuro ministro del Interior, no es una posición general del sistema de Justicia.
Los de “drogas y de delitos sexuales deben ser los dos ámbitos que acaparan la mayor cantidad de prejuicios; dependen mucho de la formación, de la ideología o del sistema de creencias que tienen los operadores de estos temas”, dijo Negro.
“En delitos sexuales, por ejemplo, nosotros tenemos fiscalías especializadas en género” en las que trabajan “personas que tienen especial formación y especialidad en género”, describió. “En materia de drogas eso no ocurre”.
Negro sostuvo que ese panel en la ExpoCannabis era “una burbuja”, porque todos sus integrantes tenían “determinada formación, sensibilidad y liberalidad con respecto al tema drogas”, pero esa “no es la norma”. Y advirtió: “La gente que no pertenece al sistema de Justicia debe saber que este panel no es la realidad. Es una pequeña burbuja dentro del sistema, que tiene un pensamiento liberal y que, obviamente, también lo traslada en alguna medida a la forma de trabajar. Porque eso lo hacemos todos”.
A partir de ese diagnóstico, Negro lanzó una pregunta: ”¿No deberíamos también como Fiscalía promover que en delitos relacionados con estupefacientes se convoque, se proponga, a personas que tengan también formación y un sistema de creencias más tolerante y liberal?” Esa situación, añadió, permitiría mejorar la aplicación de la ley de marihuana. Esa norma “ha avanzado muchísimo” pero “termina siendo forzada hacia lugares donde no se quiso ir, por la formación propia de los operadores que la aplican”.
Ese día el nombre de Negro había circulado en las redes sociales como posible ministro del Interior del gobierno de Yamandú Orsi, lo que se confirmaría una semana más tarde.
