La intervención del presidente estuvo marcada por elogios al funcionamiento de la democracia uruguaya y sus partidos, con los que anunció que buscará tender puentes. El nuevo presidente listó algunas de las prioridades de su administración y pasó mensajes para actores locales e internacionales.
“Este es un país de partidos políticos, de alternancia en el poder, de acuerdos. Un país en el que la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento. Por eso decimos que el Uruguay es un país que funciona. Así que gracias, democracia; gracias, República; gracias, partidos políticos, por hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta su asombro en el mundo”, enfatizó.
El mandatario calificó a los partidos políticos como “vasos comunicantes de la democracia con el pueblo”. Al respecto, señaló que los dirigentes deben pensar que pueden ser “adversarios, pero nunca enemigos”, en “tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica y las lógicas excluyentes”. Orsi sostuvo que los uruguayos siguen votando más en función de “referencias e identidades partidarias” que “por candidatos individuales, por más destacados que parezcan”.
Orsi mencionó a los presidentes que lo antecedieron desde 1985 y destacó que llegaba al cargo con una “acumulación positiva” producto de los gobiernos de distinto signo político, un proceso que su administración cultivará por “deber” y “convicción”. Gracias a esa acumulación, “hemos conquistado cada vez más derechos, cada vez más desarrollo cultural, artístico y científico”, subrayó.
La apuesta al diálogo
Al igual que durante la campaña, se mostró como un presidente dialoguista. Para continuar el camino de acumulación positiva, “será necesario mucho diálogo, mano tendida y capacidad de comprender las distintas sensibilidades que expresa nuestra comunidad”. Al respecto, agregó: “Y no me refiero solo a las sensibilidades partidarias, sino también a las sociales, culturales, geográficas, étnicas, de género, entre otras”.
El gobierno de Orsi asume con un panorama político inédito para el Frente Amplio: tiene mayoría cómoda en el Senado, pero no en Diputados. En la Cámara de Representantes el oficialismo tiene 48 votos, los socios del gobierno que acaba de terminar tienen 49 y hay dos legisladores de Identidad Soberana.
El presidente sostuvo que no llega al gobierno “con la lógica de imponer”, y que personalmente se rebela contra “ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al orden y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta”. Así, aseguró que nunca se llevó bien “con los muros” y menos con los “ideológicos”.
Las apuestas programáticas
El presidente también abordó algunas de sus principales prioridades de gobierno. Una de ellas es la apuesta a un crecimiento económico mayor al que el país tuvo en los últimos años. En ese sentido, mencionó que es necesario “recuperar una senda de crecimiento que genere, a partir del desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión, no solo mayor cantidad, sino también calidad de trabajo”, y “que permita un piso de dignidad salarial y, con ello, una mejor distribución del ingreso”.
Orsi afirmó que la existencia del cambio climático es evidente, lo que obliga a “formular estrategias de desarrollo con un enfoque sostenible y humano”; llamó a fortalecer la infraestructura del país y a avanzar en un Plan Nacional de Aguas “para garantizar el abastecimiento, la producción y la protección de uno de nuestros recursos más valiosos”.
Por otra parte, considera necesario “reconstruir la convivencia”, bajo la lógica de que la seguridad es uno de los “derechos humanos fundamentales”. Advirtió que si bien “no habrá contemplación alguna con el delito”, la solución “será insuficiente, y hasta demagógica”, si no se atienden “los múltiples causantes de la violencia”.
Por último, llamó a “reconstruir” la “matriz de protección social” por la cual se ha “distinguido el país”. Para eso, se vuelve “imperioso” colocar “todo el peso del Estado en combatir afrentas dolorosas que nos niegan como sociedad, la primera de ellas: la pobreza infantil”.
El discurso programático estuvo acompañado de una definición ideológica. Orsi habló de la libertad y de un “concepto” asociado a esa palabra que “sobrevuela”, que es ”ultraindividualista” y “que predica el predominio del más fuerte”.
“La libertad individual en la que creemos es en clave de convivencia e igualdad de oportunidades en los aspectos esenciales de la vida. ¿Cuánta libertad puede ejercer o gozar un compatriota que tiene que peregrinar semanas por un centro de salud para conseguir sus medicamentos? ¿Cuán libre es quien padece serios problemas de vivienda o de trabajo?”, se preguntó.
Pero Orsi también atacó a los gobiernos autoritarios de izquierda. Se refirió al “error —u horror—” que “la historia comprobó”, al ”sacrificar la libertad en aras de una supuesta igualdad”. Y agregó: “No incurramos en la falacia contraria”.
Las “banderas” en el exterior
Orsi pasó un mensaje a las delegaciones extranjeras que llegaron a Montevideo para presenciar el traspaso de mando. Aseveró que buscará “sumar esfuerzos para contribuir con la estabilidad y la paz en un mundo cada vez más complejo y cambiante”. Destacó la importancia de concretar el “avance de las acciones y acuerdos del Mercosur”, impulsar un “reforzamiento de la Celac“, de una “participación cada vez más activa en la OEA” y de la apuesta a profundizar la “cooperación Sur-Sur”. A la vez, llamó a multiplicar acuerdos con “los grandes países de referencia de nuestro mundo, en forma bilateral y multilateral”. Todas estas, sostuvo, serán algunas de las “banderas” que buscará “desplegar” durante su mandato.
Luego afirmó que una de las principales responsabilidades de los mandatarios de la región es que siga siendo un “continente de paz, con mayor estabilidad, equilibrio social y económico, y que seamos capaces de un mejor proceso de integración”.
El compromiso con el pasado reciente
En dos momentos de su discurso, Orsi habló de la búsqueda de los restos de detenidos desaparecidos durante la dictadura. Al inicio de su intervención, dijo que todavía existen “secuelas de ese período”. Por eso, añadió, “es tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”.
Durante el cierre de su discurso, Orsi volvió a hacer referencia al tema. Al hablar sobre la democracia, señaló que el sistema gozará “de buena salud“ el día que “todas las familias uruguayas sepan dónde están sus familiares desaparecidos”.
Horas después, cuando el mandatario emprendió, junto con la vicepresidenta, Carolina Cosse, la tradicional caravana hacia la plaza Independencia para recibir la banda presidencial, el tema volvió a aparecer. Fue uno de los pocos momentos en que se rompió el protocolo durante toda la tarde. Es que recién iniciado el traslado, la fórmula presidencial pidió bajarse del auto eléctrico para saludar a una representación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos que se había hecho presente en la avenida Libertador.