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Las elecciones internas de ayer domingo 30 confirmaron algunos pronósticos pero también dejaron varias sorpresas. El clima de “apatía” en la ciudadanía que diagnosticaban dirigentes y analistas políticos en la previa a las elecciones se confirmó, aunque solo en parte. Según los datos de la Corte Electoral, 995.883 personas acudieron a votar en estas elecciones internas no obligatorias, es decir, el 36% de los 2,7 millones habilitados.
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Los departamentos con mayor participación fueron Montevideo y Canelones, de acuerdo a la información proporcionada por el organismo público. Es el peor porcentaje de votación en unas internas desde que existe el actual sistema electoral. En los comicios primarios de 2019 votó el 40% de los habilitados; en 2014, el 37%; en 2009, el 45%; en 2004, el 46%; y en 1999, el 53%.
Con el 99,73% de los votos escrutados, el resultado muestra que el Partido Nacional votó peor que en la interna de 2019: 323.930 votos contra los 448.132 recibidos en la instancia anterior. Es la peor votación de los blancos en una interna desde que en 1999 comenzó a regir el nuevo proceso electoral.
Los colorados también cosecharon su peor resultado en internas; consiguieron 101.386 adhesiones.
El Frente Amplio, sin embargo, superó sus pronósticos más optimistas y votó 410.282. Consiguió la mayor votación desde 2009, cuando recibió 432.944 votos. El alto número de adhesiones fue recibido como un triunfo por la fuerza política de izquierda, que se impuso como el partido político más votado y quedó bien posicionado para las elecciones de octubre: “Hoy el Frente Amplio empezó a ganar”, celebró el presidente de la izquierda, Fernando Pereira, el domingo a la noche, en un discurso ante los militantes.
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l Triunfadores. Entre los triunfadores de las internas de cada partido no hubo sorpresas. En todos los casos se confirmaron como ganadores los que anticipaban las encuestas de intención de voto.
En el Frente Amplio se impuso Yamandú Orsi, quien había liderado las preferencias de los frenteamplistas durante toda la campaña. Sin embargo, le ganó a Carolina Cosse por una distancia mayor a la esperada: 59,1% a 37,6%.
En el Partido Nacional Álvaro Delgado arrasó con el 74,4%, seguido de Laura Raffo (19,2%), una votación menor a la que esperaban en su entorno.
En las fórmulas presidenciales también hubo confirmaciones y sorpresas. En la fuerza política de izquierda se concretó lo que ya había sido largamente anunciado: que la integrarían Orsi y Cosse, y que los votos dictarían el orden. Así, el candidato anunció en la misma noche que Cosse lo acompañaría como candidata a vicepresidenta.
Los colorados decidieron no anunciar la fórmula el domingo de noche y está previsto que la resuelvan hoy lunes 1º. Una de las posibilidades más firmes es que el compañero de fórmula sea Silva, quien quedó segundo en la votación.
Fueron los blancos los que tomaron el camino menos esperado. Aunque desde hacía meses se especulaba con la posibilidad de que Raffo no fuera la elegida de Delgado para la fórmula —más aún si la precandidata no lograba superar un piso de 30% de votos—, existía una gran incógnita sobre quién podía ocupar ese lugar.
Finalmente, cerca de la medianoche del domingo y tras un largo preámbulo, Delgado anunció que lo acompañaría en la fórmula la exdirigente sindical Valeria Ripoll. Con pasado militante en el Partido Comunista y afiliada a los blancos desde agosto de 2023, la elección de Ripoll no cayó bien entre muchos dirigentes. En su discurso, Delgado argumentó que se trata de un “cambio de paradigma”, que busca “un partido abierto” y que “genere puentes hacia la sociedad y no genere muros”.
