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Una noche de la coalición republicana en Buenos Aires para disputarle el “relato” al Frente Amplio
“¡Que sean 3.000 los héroes que crucen!”, pidió el senador blanco Sebastián da Silva en un evento organizado por la filial del Partido Nacional en Argentina donde había unas 150 personas
Eduardo Lust, dirigente del Partido Constitucional Ambientalista, está solo y esperando en la vereda, recostado contra la pared de una vieja casona de la calle Ayacucho, en Buenos Aires. Bien encima suyo, un cartel que identifica el lugar del evento electoral: Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera. Lust sigue en ese estado de relativa extrañeza sobre su rol en la coalición republicana. Está entre sorprendido y agradecido. A él lo invitan a participar en los actos y él va. ¿Es en Buenos Aires? Va hasta Buenos Aires. Dice que no le encuentra mucho sentido hablarles a quienes ya están convencidos. Pero, si en algo suma su discurso, ahí está: a la orden. Lust le cuenta a Búsqueda que en la noche del domingo 31 de octubre se estaba yendo a su casa, algo decepcionado por su magra votación en las elecciones nacionales, por no haber logrado una banca en el Parlamento. Pero recibió una llamada del candidato blanco, Álvaro Delgado, y le dijo que lo quería arriba en el escenario de la celebración en la plaza Varela. En la foto de la coalición unida. Y entonces pegó la vuelta y apareció con un dejo de confusión en su rostro junto al resto de los líderes del bloque oficialista. Lust y sus casi 12.000 votos. Todo suma en este balotaje.
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Y por eso, porque ningún voto se desprecia, ahí están dirigentes del Partido Nacional y de otros partidos de la coalición junto con la candidata a vicepresidenta, Valeria Ripoll, en un evento inédito en Argentina. Nunca se había hecho un encuentro de estas características previo a una segunda vuelta. El relato dice que el ciudadano uruguayo que está radicado en Buenos Aires se toma el Buquebus para ir a votar por el Frente Amplio. Y, aunque sea un acto simbólico, la idea es disputar en algo la historia instalada. “Hay una demanda grande de los uruguayos en Argentina. Están desesperados de que no se cometa el mismo error de votar por una fórmula casi simétrica que la de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Para ellos es desesperante”, dice a Búsqueda el senador blanco Sebastián da Silva, uno de los organizadores del encuentro junto con el diputado nacionalista Pablo Viana.
Es martes. Cae la noche en la zona de Retiro. Una señora de la organización se pasea con libreta en mano por los pasillos de la casona recolectando números de Whatsapp de los que están interesados en ir a votar el domingo 24 por la coalición republicana. La filial del Partido Nacional en Argentina paga el pasaje de ida y vuelta por Colonia Express. En el evento hay unas 150 personas. Y aseguran que ya hay más de 500 anotadas. Da Silva, uno de los tantos oradores de la noche, dice a los gritos: “¡Que sean 3.000 los héroes que crucen!”. “Vamos a juntar fuerzas, vamos a hacer estallar los grupos de Whatsapp”, pide. “Que no solo flamee la bandera de Otorgués en los barcos, sino que flamee la mejor bandera, que es la uruguaya, sin partido, de héroes, libertadores que vienen desde Argentina y cruzan a salvar a la patria”, arenga Da Silva. El senador le advierte al público, que llenó uno de los salones de arriba del local y se abanica para soportar el calor: “Nadie más que ustedes saben lo que es el abismo, la oscuridad, el retroceso que significó años y años de kirchnerismo en la Argentina. ¡Nosotros no queremos kirchnerismo a la uruguaya en nuestro país! ¡Todo lo que han tocado han fundido! Yo no quiero que el Alberto Fernández uruguayo llegue a presidente y que la Cristina Kirchner uruguaya llegue a la vicepresidencia”.
Los discursos son bien heterogéneos. La presidenta del Sodre, Adela Dubra, y el diputado electo por el Partido Independiente, Gerardo Sotelo, destacan la importancia que se le dio a la cultura en este gobierno. “Se dijo que íbamos a barrer con todo, que iba a desaparecer el carnaval. Lejos de eso, nadie fue perseguido, nadie preguntó a quién votaban los artistas, que vivieron muy bien la pandemia apoyados por el gobierno. Vamos por un segundo piso de transformaciones y ¡vamos la cultura!”, dice Dubra.
El senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, va por más. “El Frente Amplio miente. Critica al gobierno por la concentración de la riqueza. La concentración de la riqueza es responsabilidad del Frente Amplio, que generó en el campo la mayor concentración de la propiedad rural en manos de las multinacionales forestales”. La gente escucha en silencio. “El Frente Amplio miente. Ha concentrado la riqueza en las instituciones financieras que les permite cobrar intereses que en cualquier lugar del mundo serían usurarios. El Frente Amplio miente. Es el gran responsable de la inseguridad en el Uruguay porque le ha dado rienda suelta a la adicción, al consumo de drogas. El Frente Amplio miente. Es el gran responsable de que miles de compatriotas hayan caído subyugados por la adicción a la marihuana y a otras drogas”. “Que Dios los bendiga”, cierra Domenech antes de pedir el voto por Delgado y Ripoll. La gente aplaude.
Habla el dirigente wilsonista Santiago Gutiérrez Silva. Les pide a sus compatriotas en Buenos Aires que “contagien de uno, de a dos, de a tres” para ir a votar el domingo 24. Habla el subsecretario del Ministerio de Transporte, Juan José Olaizola. Señala que hay “dos modelos de países distintos” en pugna. “El que va a invitar a la asunción presidencial a Edmundo González o el que va a invitar a Nicolás Maduro. Ahí arranca la diferencia”, sostiene.
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Valeria Ripoll en el cierre del evento en Buenos Aires.
@Valeriaripoll3
La que cierra el encuentro es Valeria Ripoll. Discurso encendido. Estridente. La candidata llena de elogios a Delgado, la ausencia subrayada de la noche —sí está su esposa, Leticia Lateulade— y carga contra los sindicalistas que están “de los dos lados del mostrador”. Carga contra “el peor Frente Amplio de la historia”. Carga contra el candidato Yamandú Orsi. Dice que lo “ocultaron de forma permanente”. Y cuestiona la presencia en el tramo final de campaña del expresidente José Mujica, que está enfermo, que “no la está pasando bien”. “A pesar de que está convaleciente, la falta de liderazgo de su partido, la falta de propuestas, lo van a sacar a hacer una gira cuando está realmente complicado de salud”, dice.
La noche uruguaya en Argentina termina. Da Silva y otro grupo de dirigentes de la coalición se van apurados. Los espera el avión privado en el que fueron a Buenos Aires. En el salón principal de la Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera empiezan a correr las copas de vino, refrescos, empanadas, chorizo. Toca la banda La Celesta. Flamean banderas uruguayas de papel, las listas en blanco y negro con las caras de la fórmula coalicionista. Se escuchan trompetas y tambores. Suena una canción de Jorge Drexler: “Ya está en el aire girando la moneda. Y que sea, lo que sea”.
